La realidad supera la ficción | 95 Saludhable

PRÓFUGO MANDÓ UN SELFIE A LA POLICÍA

Donald Pugh conocido como «Chip» es un delincuente buscado por varios delitos, el hombre, de 45 años de edad, tiene una orden de arresto. De la Policía de Lima, Ohio, que decidió compartir la foto de la ficha policial de Pugh en Facebook y pidió la colaboración de los usuarios para poder atraparlo.

En la publicación, el fugitivo les adjunto un ‘selfie’ y una explicación “odio la foto de la ficha policial y quiero que utilicen el selfie”. La policia le contesto “Le agradecemos por ser de ayuda, pero apreciaríamos si ahora viniera a hablar con nosotros al Departamento de Policía sobre sus cargos”.

Pugh, además, dijo a una radio local que estaba encantado porque su selfie «fue viral».

CAPERUCITA ROJA MUY PICANTONA EN LOS COLES DE PRIMARIA

Chile distribuye en las escuelas por error una versión erótica de «Caperucita roja”

El libro titulado «Caperucita se come al lobo» un alumno hizo notar a su profesor, que este cuento no era precisamente el tipo de lectura para la biblioteca de una escuela.

No era el cuento tradicional lo que fue distribuido por error en casi 300 escuelas primarias.

El gobierno está tratando de recuperar todas las copias de esta la versión del cuento.

El maestro alertó a las autoridades después de que un joven estudiante lo avisara acerca del contenido.
«Situación peligrosa”
«Caperucita roja se come al lobo» es en realidad una colección de seis cuentos cortos con alto contenido sexual de la colombiana Patricia Quintana.

LA LECCIÓN DE UNOS VECINOS A SU ALCALDÍA

Esto sucedió en Barra Mansa, un municipio al noroeste de la ciudad de Río de Janeiro. Allí hay dos barrios de casas humildes, separados por un riachuelo de vegetación tupida, que según vecinos complicaba su día a día.

La cuestión, es que uno de esos barrios tiene atención médica y entrega de medicamentos. A su vez, en la otra orilla está la parada de bus. Para acceder al médico, farmacia o bus, los habitantes tenían que rodear el riachuelo y dar una vuelta de casi dos kilómetros.

Pidieron a la alcaldía un puente, pero la respuesta era que no había dinero, por la crisis económica. Cansadas de esperar durante dos décadas, dos amas de casa que viven a ambos lados del riachuelo, Manoelina dos Santos, de 72 años, y Juracy de la Conceição, de 65, tuvieron una idea: ¿qué tal si lo hacen los vecinos?
Sabían que “Si dependíamos del poder público, íbamos a esperar otros 10 años”, sostiene otro vecino comerciante del lugar y “Ahí tuvimos esta actitud, recaudamos dinero de los habitantes y lo hicimos”.

El resultado: un puente de 25 metros de largo, 54 veces más barato que lo calculado por la alcaldía y levantado en apenas un mes, toda una lección al poder público.

Este artículo puedes encontrarlo en la revista 95 Saludhable. Lee la revista completa en nuestra sección de Edición Impresa donde encontrarás todos nuestros números digitalizados.

Start typing and press Enter to search