Inteligencia cosmética | ¿Cómo saber lo que estás comprando?

La composición de la cosmética que usamos es de gran importancia, ya que muchos de los ingredientes penetran en el torrente sanguíneo, por ejemplo: los aceites esenciales. Por esta razón es importante dedicarle unos minutos a leer íntegramente la etiqueta de cada producto antes de comprarlo.

Antes de elegir un cosmético es fundamental realizar un diagnóstico de la piel para evitar adquirir uno que podría ser inadecuado para ti. Los tratamientos cosméticos no aptos alteran la calidad de la piel y la vuelven más frágil.

Lo primero que debemos saber es qué textura se adapta mejor a nuestra tipología cutánea:

  • Crema: De textura espesa, tarda un poco en absorberse y suele dejar una sensación grasa. (Para pieles secas)
  •   Emulsión: Solución de textura ligera, de fácil absorción y deja una sensación de hidratación confortable. (Para pieles mixtas o grasas)
  •   Sérum: Es una solución gelificada con una textura ligera, que hace que se extienda con facilidad y se absorba rápido. Los sérum son creados con la filosofía: en poca cantidad de producto, mucho principio activo. (Válido para todo tipo de pieles)

Después debemos entender un poco los ingredientes. Estamos acostumbrados a leer los ingredientes de los alimentos pero no de las cremas. Hay algunos trucos para entender qué compramos:

  • Incluir la lista de ingredientes (INCI). Suelen aparecer en la parte de abajo del producto y son nombres oficiales.
  • Hay un listado internacional de nombres de ingredientes (suelen aparecer en latín).
  • El orden en el que aparecen los ingredientes es muy importante. Obligatoriamente se listan de mayor cantidad presente en el producto a menor.

Con estos trucos es muy fácil saber que llevan de verdad nuestras cremas. Por norma general los ingredientes activos más importantes aparecen entre los 8-10 primeros del listado. Muchas marcas ya están empezando
a incorporar el porcentaje real que incluye del principio activo principal en la parte delantera de sus envases (por ejemplo: 12% de vitamina C, 3% de granada).

Y por último la formulación. Hay muchos principios activos que funcionan mucho mejor cuando van acompañados de otros ingredientes, porque, a veces, las sustancias son inestables y hay que mantenerlas estables y no solo eso, potenciarlas.

La formulación no solo es importante para hacer más eficaz un producto sino también para hacerlo más cosmético, es decir, más agradable de usar, más hipoalergénico. Es muy importante que nos guste usar ese producto, porque el mayor efecto es usarlo a diario. Una buena formulación puede incrementar el coste del producto.

Por todo esto, es importante que acudas a un profesional que conozca bien tu tipo de piel y los principios activos de los productos que vende, porque te dará el más adecuado para ti y no sentirás que has desperdiciado la inversión. Ten en cuenta que un cosmético que compres va a estar contigo unos dos meses si lo usas a diario.

-Cuidar tu piel a diario es como enviarle pequeñas notitas de amor a tu cuerpo-

María Rosa | Ergoestética

Este artículo puedes encontrarlo en la revista 95 Saludhable. Lee la revista completa en nuestra sección de Edición Impresa donde encontrarás todos nuestros números digitalizados.

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